Nota póstuma.
En la mesilla, junto a su cadáver encontraron aquella nota: "No sufráis por mi, no estoy precisamente envidiándoos”
Beber, fumar, consumir, morir.
“— Esa es tu respuesta a todo: Beber.
— No, esa es mi respuesta a la nada."
(Bukowski)
Como siempre con un cigarro entre los dedos y una copa entre las manos, una copa que se consume a la velocidad del cigarro, un cigarro que consume mi voz y una voz que ya no tiene ni fuerzas para pedir otra copa.
— No, esa es mi respuesta a la nada."
(Bukowski)
Como siempre con un cigarro entre los dedos y una copa entre las manos, una copa que se consume a la velocidad del cigarro, un cigarro que consume mi voz y una voz que ya no tiene ni fuerzas para pedir otra copa.
Una posibilidad entre millones.
No nos engañemos, por mucho que hayamos ganado a millones de espermatozoides* en la carrera por entrar en uno de los óvulos de nuestra madre, es decir, a pesar de tener una posibilidad entre millones de haber hecho algo (y lo hemos hecho), que, por probabilidades no volveríamos a lograr ni aunque viviéramos miles de vidas; a pesar de todo ello, sabemos que somos los grandes perdedores: nos toca vivir.
*cada eyaculación comprende entre 60 y 500 millones de espermatozoides.
*cada eyaculación comprende entre 60 y 500 millones de espermatozoides.
intimidad
Cuando murió Aitor
Cuando murió Aitor nadie dijo en la tv que era una bellísima persona,
Sus conocidos no dijeron que era un chico querido por todos,
En el funeral nadie derramó una lágrima,
No aparecieron esquelas en la prensa,
Ni flores en la lápida.
Cuando murió Aitor nadie tubo la sensación de perder a alguien,
no dejó descendencia porque tampoco tenía con quien crearla,
Ni sus padres ni hermanos mostraron tristeza,
Las banderas ondearon como siempre,
Hasta el capellán parecía ausente.
Sus conocidos no dijeron que era un chico querido por todos,
En el funeral nadie derramó una lágrima,
No aparecieron esquelas en la prensa,
Ni flores en la lápida.
Cuando murió Aitor nadie tubo la sensación de perder a alguien,
no dejó descendencia porque tampoco tenía con quien crearla,
Ni sus padres ni hermanos mostraron tristeza,
Las banderas ondearon como siempre,
Hasta el capellán parecía ausente.
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